lunes, 1 de enero de 2018

...Y PARA CUÁNDO SE LE ESPERA AL LOBO?




Prevención para tormenta solar extrema, predicciones de grandes terremotos, revelación de datos delicados, preparativos de la población para mínimo diez días, sabotajes y tal y tal… etc.
Sí, ya sé que el título se las trae, pero aparte de lo inusual y de la naturaleza de la temática a platicar, creo que a ésta reflexión le viene como anillo al dedo.

Son ya años de seguimiento de noticias sensacionalistas publicadas por los mass media, ya los blogs magufos, pasaron a mejor vida quizás porque aquellos tienen más tirón mediático y da pie para que los incrédul@s, den esas noticias por buenas y válidas, osea, si lo dice la tele, será verdad o así como dijere aquel anuncio publicitario eso es… ¡ Verdad Verdadera !

Es fácil imaginarse en el cine viendo la última película de catástrofes del director Roland Emmerich con uno de esos argumentos donde tanto le gusta cargarse un día si y al otro también, al país de las oportunidades desde Hollywood como si de una sopa de letras se tratase con las palabras presidente Obama, órdenes ejecutivas extrañas, tormenta solar extrema y seguridad nacional.
¿Pero en éstos tiempos deberíamos de ignorar algo así, algo que realmente podría ser mucho más gordo, respaldado por expertos en la materia afines al sistema y que debe ser tomado muy, muy en serio? ¿En serio me lo cuentas ó me lo dices?

Sólo conocemos tormentas de éstas características en el pasado un 2 de septiembre de 1859, la peor tormenta solar, hasta el momento, de todos los tiempos azotó las comunicaciones del planeta.

El 'evento Carrington', por el astrónomo británico Richard Carrington, el descubridor del fenómeno, produjo el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos, desde Europa hasta Norteamérica.

 
Como la electricidad todavía no era un bien común, no hubo grandes daños a la vida cotidiana. Eso sí, el impacto visual llegó a las grandes capitales del mundo y pudo verse en todo su esplendor desde el Caribe hasta Roma.
Durante abril pasado, especialistas de todo el globo se reunieron en Washington en una conferencia sobre meteorología espacial.
Allí, explicaron que una tormenta solar geomagnética de magnitud tiene la capacidad de dañar los satélites de comunicaciones, por lo que se caerían la mayoría de los servicios a los que las personas están acostumbrados y que en la actualidad parecen naturales.

Desde sentarse a mirar televisión, hablar por telefonía móvil, se anularían todos los sistemas de GPS, por lo que también se cancelarían todo el tráfico aéreo.
Además, afectaría el sistema eléctrico del planeta y, por ende, todos los electrodomésticos, ascensores y hasta los semáforos.

Algunos de los expertos fueron aún más profundo y aseguraron que los estragos llegarían hasta corroer las tuberías de agua y alcantarillado.
"El clima espacial tiene el potencial de afectar y alterar la salud y la seguridad a través de continentes enteros simultáneamente", expresaron en el comunicado de cierre. ( Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO )

Hace unos días Obama dictó una orden ejecutiva, para que el país se prepare ante un hipotético evento climático espacial extremo, como una gran erupción solar, que podría poner en jaque, tecnologías e infraestructuras importantes para la vida tal y como la concebimos hoy día.

Pero realmente la población sigue éstas noticias?
Si hoy día no tenemos ni casi para comer en el día, cómo vamos a prepararnos para algo como eso, o es que quien se van a preparar son ellos, los otros, la casta.

Si fuese circo o los capítulos de unas de esas series de risa para entretener al populacho, deberían de cambiar de guionistas, pues sólo una ínfima parte de la población, se da por enterada de éstas cosas y les reímos la gracia irónicamente, cómo esos capítulos de los Simpsons donde no se sabe cómo, predicen sucesos históricos futuros que hoy día ya son pasado.

 
                     Debe ser cosa de la causalidad… digo de la casualidad¡¡¡

Yo no se si realmente va a suceder algo grande sobre nuestro planeta, ya sea tormenta solar extrema o el lanzamiento de bombas de pulso electromagnético ( PEM ) sobre el cielo de las principales capitales del mundo y así hacer caer las redes eléctricas, sistemas de telefonía, bancos, vehículos, siendo así la escusa perfecta para un reseteo del sistema a todos los niveles. Miedito me da.

Lo que si es verdad es que pasó el efecto dos mil, las profecías mayas del dos mil doce, meteoros que pululan por nuestra vecindad cósmica que cada vez se acercan más y aquí seguimos, pasando de todo y preocupándonos por encontrar un trabajo digno? Jajaja perdonad pero me dio la risa.
 
De seguro que algún día diremos, cachis nos avisaron y no les creímos y ellos se reirán diciendo aquello de que quien avisa no es traidor.
¿Pero cuántos avisos infructuosos más deberemos de tragarnos para prepararnos en serio contra ése lobo que dicen que viene?

En fin, no olvidemos que ya sea por tormentas solares extremas, enormes terremotos, crisis económica prefabricada, cantidades preocupantes de animales muertos...etc, todas éstas cosas son futuras pero que en las profecías ya son pasado.
Deberíamos seguir ignorándolas?

“ He aquí que el nombre del SEÑOR viene de lejos: su rostro ENCENDIDO, y grave de sufrir; sus labios llenos de ira, y SU LENGUA COMO FUEGO CONSUMIDOR; “ Isaías 30:27

A continuación recupero unas palabras ¿proféticas quizás? que escribí cuando llegué a casa un día de lluvia, en un flash, en un abrir y cerrar de ojos: 

 
                                                     ¡OCASO MOÑI!

Ay que vé¡¡ Hace tan sólo unos años atrás, qué diferente era todo. Había trabajo, amig@s, dinero y hasta oro. Llegó la crisis prefabricada ésta, diseñada para arruinar al populacho, y se fué todo poco a poco a la porra.

Ya no hay trabajo, ni amig@s ( escasos ), ni dinero, ni oro ni ná. Es curioso como en los momentos difíciles, es cuando uno se percata de la vida tan porca mísera que nos ha tocado vivir.
Entonces nos damos cuenta que en realidad no tenemos ná de ná, sólo las pocas fuerzas para agradecer a Dios por un día más ¿para sufrir? en éste lastimero planeta.

Caminamos por la calle cuál zombis transeúntes solitarios con la cabeza agachá, móvil en mano, a ver que publicó éste y qué publicó aquél, ignorando el desparrame silencioso de nuestras vísceras por los senderos de soledad de moñigas city y entre un vistazo y otro a las redes ésas que dicen que son sociales, nos llega un sms avisando que los megas están por finiquitar.
Entonces levanto la mirada y un aire frío polar, me golpea el rostro... ¡lavirgen qué frío¡¡
Seguidamente voy y busco una zona wifi gratis, debo publicar mis pensamientos en voz alta, y al llegar a la susodicha, no hay sitio para sentarse... está colapsá.

Ay sabio Fangorn¡, el mundo está cambiando, lo siento en el agua, lo siento en la tierra, lo huelo en el aire.
Mucho de lo que era, se perderá... y no quedará nada para recordar.





Lidian Palacios

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