miércoles, 24 de diciembre de 2014

DIÁNGOLOS

Desde que comenzara todo éste movimiento de la nueva era, las nuevas energías que dicen que provienen del cosmos al acercarse nuestro planeta al centro de la galaxia y el escepticismo que cada día se arraiga más en mis creencias, decidí actuar en consecuencia y tomarme las cosas con cierta prudencia.

No se puede negar que las nuevas generaciones de humanos son excepcionales, maravillosos y sorprendentes. Y lo digo con sentido de responsabilidad pues los nuevos niños que están naciendo desde hace unos pocos años a ésta parte, son por así decir algo especiales.

El movimiento nueva era los llama Índigos o Cristal y están entre los más conectados, comunicativos, cariñosos y mimosos comparados con los niños de generaciones pasadas.

Ellos tienen dones filosóficos y espirituales y despliegan un nivel sin precedentes de gentileza y sensitividad a este nuestro mundo.

Se dice que tienen hélices de el ADN activadas que el resto de los mortales no tenemos. Esto posibilitaría que sean seres más conscientes, despiertos y preparados para ayudar al cambio y continuar las nuevas sociedades. Un cambio que actualmente la sociedad anhela más que nunca en todos los ámbitos.

Pero no sólo los nuevos nacidos traen esa condición nueva consigo, algunos adultos ya venían preparados también para abrir camino en masa al resto, como si de una avanzadilla se tratase y por lo que he podido descubrir casi desde los años ochenta o quizás un poco antes.

Os voy a relatar una experiencia que tuve hace unos tres años más o menos. Allá por el verano de 2011, quedaban pocos meses para el esperadísimo 2012 y su fín del calendario maya y los espectaculares cambios que decían que traería a la humanidad.
 
Ya por entonces el escepticismo se había apoderado de mi fe por así decir, fe en las cosas que hasta entonces yo creía y aunque no las defendía a capa y espada, estaba súperconvencido que era la verdad. Pero en la magnitud de nuestro egocentrismo, eso creo que le pasa a todo el mundo.

Pero un día, un desconocido muchacho de un par de años más que yo, apareció así de pronto caminando delante de mí. Se paró, me miró y retrocedió unos pasos hasta situarse a mi altura:
Él- Hola.
Yo- Hola, qué tal.
- Yo te conozco.
- Jeje, pues perdona pero yo ahora mismo no.
- He pasado y he notado tu aura.

Yo entonces me dije, dios me tocó un chiflado de la nueva era.
- Sabes, te conozco desde hace mucho tiempo. Sabes que eres un espíritu viejo?
- Pues la verdad que no y aparte que no creo en esas cosas nuevas.
- Cosas nuevas? A qué te refieres? No has notado la fuerza de la llamada desde dentro de tí?

Yo en aquellos momentos no estaba en mi mejor estado de ánimo y lo que menos me apetecía era perder el tiempo con aquel “ loco “. Pero conforme pasaban los minutos, comencé a notar cierta paz y sosiego mientras sus palabras iban impregnándose en mi subconsciente.

Me dijo que llevaba poco tiempo buscando pero sin saber qué y que al encontrarme se convenció que al que buscaba era a mí, pero que él no lo sabía. Entonces me estuvo hablando de las maravillas del universo y sus seres que lo habitan, sí, a mí también se me pusieron los ojos como platos, pero decidí seguir escuchando lo que decía, pues algo me decía que tendría un mensaje para mí y que sacaría algo positivo de aquel extraño encuentro.

No pude resistirme a preguntarle si él pertenecía a alguna secta, religión o comunidad de algún tipo ligada a las filosofías de la nueva era, pues las cosas que me contaba iban cargadas de mensajes de ese tipo, y me dijo que no, que un día se levantó sabiendo que tenía que encontrar algo y ese algo era yo, me lo dijo súperconvencido.

Dentro de la broma también le pregunté que si procedía de otro planeta o dimensión y aunque en mi interior siempre he sabido que yo había nacido en el planeta y tiempo equivocados, todo aquello al final me resultó muy familiar. Me pareció que yo a él también lo conocía desde hacía bastante tiempo. 

Él insistió que no, pero me recalcó unas palabras de Jesús donde prometió que enviaría a el Espíritu Paráclito, que es consuelo en la tristeza, abogado en la prueba, defensor en la batalla de la vida, presencia del Reino de Dios. 

El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce, aún. Después de aquellas palabras, supe que aquel ser me había visitado antes, pero no en forma visible.

No profeso ninguna religión aunque respeto todas las denominaciones que aunque ninguna son perfectas, todas tienen algo positivo que aportar al ser humano.
Me dí cuenta al poco tiempo que mi estado de ánimo había cambiado positivamente al entablar conversación con aquel “ SER “. Charlamos por largas horas y aquel encuentro casual, cambió mi vida desde entonces, ahora veo las cosas de otra manera.

Me dijo en plan de profecía apocalíptica y sin más especificaciones que ya quedaba poco tiempo, que no tuviera miedo de las cosas que pasarían, que todo era un plan y que cada un@ sabría en su momento lo que debería de ser y hacer, y ahora viendo como va el mundo, no hace falta ser un erudito para darse cuenta del peso de aquellas palabras.

Me dijo que tiempos oscuros se ciernen sobre nosotros, había que ser fuertes y estar preparados y aunque suene a risa, me dijo que evitara en lo posible ver la tele, y desde entonces así hice. Ahora sé porqué. ( La caja tonta )

Desde entonces he profundizado en el estudio de las profecías y al compararlas con los acontecimientos actuales que están sucediendo día a día, todo aquello que él me dijo, cobra un sentido que si os digo la verdad, da un poco de miedo.
Él dijo que quedaban pocos años, pero pocos años para qué?

A ciencia cierta no supe si era un extraterrestre, un ángel o simplemente uno de esos primeros niños especiales que le había llegado su despertar y tenía un mensaje que dar, pero aquel diálogo que tuvimos despertó algo en mí y no olvido una frase que me dijo en su despedida que me dejó perplejo, aunque ahora ya sé a lo que se refería:

 
                       ¡ Sigue con lo que estás haciendo, vas por el buen camino !

Deciros que yo no soy ningún iluminado ni nada parecido, pero si digo que llegado el momento, Dios nos dará el discernimiento suficiente para saber que la hora ya llegó, y ahora con el avance de las nuevas tecnologías e internet, las profecías son más claras aún si cabe:

“ Y este Evangelio del Reino se predicará en todo el mundo ( internet ) como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. “ (Mateo 24:14)






Lidian Palacios
        

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