Desde que comenzara
todo éste movimiento de la nueva era, las nuevas energías que dicen
que provienen del cosmos al acercarse nuestro planeta al centro de la galaxia y el escepticismo que cada día se arraiga
más en mis creencias, decidí actuar en consecuencia y tomarme las
cosas con cierta prudencia.
No se puede negar
que las nuevas generaciones de humanos son excepcionales,
maravillosos y sorprendentes. Y lo digo con sentido de
responsabilidad pues los nuevos niños que están naciendo desde hace
unos pocos años a ésta parte, son por así decir algo especiales.
El movimiento nueva
era los llama Índigos o Cristal y están entre los más conectados,
comunicativos, cariñosos y mimosos comparados con los niños de
generaciones pasadas.
Ellos tienen dones
filosóficos y espirituales y despliegan un nivel sin precedentes de
gentileza y sensitividad a este nuestro mundo.
Se dice que tienen
hélices de el ADN activadas que el resto de los mortales no tenemos.
Esto posibilitaría que sean seres más conscientes, despiertos y
preparados para ayudar al cambio y continuar las nuevas sociedades.
Un cambio que actualmente la sociedad anhela más que nunca en
todos los ámbitos.
Pero no sólo los
nuevos nacidos traen esa condición nueva consigo, algunos adultos ya
venían preparados también para abrir camino en masa al resto, como
si de una avanzadilla se tratase y por lo que he podido descubrir
casi desde los años ochenta o quizás un poco antes.
Os voy a relatar una
experiencia que tuve hace unos tres años más o menos. Allá por el
verano de 2011, quedaban pocos meses para el esperadísimo 2012 y su
fín del calendario maya y los espectaculares cambios que decían que
traería a la humanidad.
Ya por entonces el
escepticismo se había apoderado de mi fe por así decir, fe en las
cosas que hasta entonces yo creía y aunque no las defendía a capa y
espada, estaba súperconvencido que era la verdad. Pero en la
magnitud de nuestro egocentrismo, eso creo que le pasa a todo el
mundo.
Pero un día, un
desconocido muchacho de un par de años más que yo, apareció así
de pronto caminando delante de mí. Se paró, me miró y retrocedió
unos pasos hasta situarse a mi altura:
Él- Hola.
Yo- Hola, qué tal.
- Yo te conozco.
- Jeje, pues perdona
pero yo ahora mismo no.
- He pasado y he
notado tu aura.
Yo entonces me dije, dios me tocó un chiflado de la nueva era.
- Sabes, te conozco
desde hace mucho tiempo. Sabes que eres un espíritu viejo?
- Pues la verdad que
no y aparte que no creo en esas cosas nuevas.
- Cosas nuevas? A
qué te refieres? No has notado la fuerza de la llamada desde dentro
de tí?
Yo en aquellos
momentos no estaba en mi mejor estado de ánimo y lo que menos me
apetecía era perder el tiempo con aquel “ loco “. Pero conforme
pasaban los minutos, comencé a notar cierta paz y sosiego mientras
sus palabras iban impregnándose en mi subconsciente.
Me dijo que llevaba
poco tiempo buscando pero sin saber qué y que al encontrarme se
convenció que al que buscaba era a mí, pero que él no lo sabía.
Entonces me estuvo hablando de las maravillas del universo y sus
seres que lo habitan, sí, a mí también se me pusieron los ojos
como platos, pero decidí seguir escuchando lo que decía, pues algo
me decía que tendría un mensaje para mí y que sacaría algo
positivo de aquel extraño encuentro.
No pude resistirme a
preguntarle si él pertenecía a alguna secta, religión o comunidad
de algún tipo ligada a las filosofías de la nueva era, pues las cosas que me
contaba iban cargadas de mensajes de ese tipo, y me dijo que no, que
un día se levantó sabiendo que tenía que encontrar algo y ese algo
era yo, me lo dijo súperconvencido.
Dentro de la broma
también le pregunté que si procedía de otro planeta o dimensión y
aunque en mi interior siempre he sabido que yo había nacido en el
planeta y tiempo equivocados, todo aquello al final me resultó muy
familiar. Me pareció que yo a él también lo conocía desde hacía
bastante tiempo.
Él insistió que
no, pero me recalcó unas palabras de Jesús donde prometió que
enviaría a el Espíritu Paráclito, que es consuelo en la tristeza,
abogado en la prueba, defensor en la batalla de la vida, presencia
del Reino de Dios.
El mundo no puede
recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce, aún. Después de aquellas
palabras, supe que aquel ser me había visitado antes, pero no en
forma visible.
No profeso ninguna
religión aunque respeto todas las denominaciones que aunque ninguna
son perfectas, todas tienen algo positivo que aportar al ser humano.
Me dí cuenta al
poco tiempo que mi estado de ánimo había cambiado positivamente al
entablar conversación con aquel “ SER “. Charlamos por largas
horas y aquel encuentro casual, cambió mi vida desde entonces, ahora
veo las cosas de otra manera.
Me dijo en plan de
profecía apocalíptica y sin más especificaciones que ya quedaba
poco tiempo, que no tuviera miedo de las cosas que pasarían, que
todo era un plan y que cada un@ sabría en su momento lo que debería
de ser y hacer, y ahora viendo como va el mundo, no hace falta ser un
erudito para darse cuenta del peso de aquellas palabras.
Me dijo que tiempos
oscuros se ciernen sobre nosotros, había que ser fuertes y estar
preparados y aunque suene a risa, me dijo que evitara en lo posible
ver la tele, y desde entonces así hice. Ahora sé porqué. ( La caja
tonta )
Desde entonces he
profundizado en el estudio de las profecías y al compararlas con los
acontecimientos actuales que están sucediendo día a día, todo
aquello que él me dijo, cobra un sentido que si os digo la verdad,
da un poco de miedo.
Él dijo que
quedaban pocos años, pero pocos años para qué?
A ciencia cierta no
supe si era un extraterrestre, un ángel o simplemente uno de esos
primeros niños especiales que le había llegado su despertar y tenía
un mensaje que dar, pero aquel diálogo que tuvimos despertó algo en
mí y no olvido una frase que me dijo en su despedida que me dejó
perplejo, aunque ahora ya sé a lo que se refería:
¡ Sigue con lo que
estás haciendo, vas por el buen camino !
Deciros que yo no
soy ningún iluminado ni nada parecido, pero si digo que llegado el
momento, Dios nos dará el discernimiento suficiente para saber que
la hora ya llegó, y ahora con el avance de las nuevas tecnologías e
internet, las profecías son más claras aún si cabe:
“ Y este Evangelio
del Reino se predicará en todo el mundo ( internet ) como testimonio
a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. “ (Mateo 24:14)
Lidian Palacios
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