Prevención para
tormenta solar extrema, predicciones de grandes terremotos,
revelación de datos delicados, preparativos de la población para
mínimo diez días, sabotajes y tal y tal… etc.
Sí, ya sé que el
título se las trae, pero aparte de lo inusual y de la naturaleza de
la temática a platicar, creo que a ésta reflexión le viene como
anillo al dedo.
Son ya años de
seguimiento de noticias sensacionalistas publicadas por los mass
media, ya los blogs magufos, pasaron a mejor vida quizás porque
aquellos tienen más tirón mediático y da pie para que los
incrédul@s, den esas noticias por buenas y válidas, osea, si lo
dice la tele, será verdad o así como dijere aquel anuncio
publicitario eso es… ¡ Verdad Verdadera !
Es fácil imaginarse
en el cine viendo la última película de catástrofes del director
Roland Emmerich con uno de esos argumentos donde tanto le gusta
cargarse un día si y al otro también, al país de las oportunidades
desde Hollywood como si de una sopa de letras se tratase con las
palabras presidente Obama, órdenes ejecutivas extrañas, tormenta
solar extrema y seguridad nacional.
¿Pero en éstos
tiempos deberíamos de ignorar algo así, algo que realmente podría
ser mucho más gordo, respaldado por expertos en la materia afines al
sistema y que debe ser tomado muy, muy en serio? ¿En serio me lo
cuentas ó me lo dices?
Sólo conocemos
tormentas de éstas características en el pasado un 2 de septiembre
de 1859, la peor tormenta solar, hasta el momento, de todos los
tiempos azotó las comunicaciones del planeta.
El 'evento
Carrington', por el astrónomo británico Richard Carrington, el
descubridor del fenómeno, produjo el colapso de las mayores redes
mundiales de telégrafos, desde Europa hasta Norteamérica.
Como la electricidad
todavía no era un bien común, no hubo grandes daños a la vida
cotidiana. Eso sí, el impacto visual llegó a las grandes capitales
del mundo y pudo verse en todo su esplendor desde el Caribe hasta
Roma.
Durante abril
pasado, especialistas de todo el globo se reunieron en Washington en
una conferencia sobre meteorología espacial.
Allí, explicaron
que una tormenta solar geomagnética de magnitud tiene la capacidad
de dañar los satélites de comunicaciones, por lo que se caerían la
mayoría de los servicios a los que las personas están acostumbrados
y que en la actualidad parecen naturales.
Desde sentarse a
mirar televisión, hablar por telefonía móvil, se anularían todos
los sistemas de GPS, por lo que también se cancelarían todo el
tráfico aéreo.
Además, afectaría
el sistema eléctrico del planeta y, por ende, todos los
electrodomésticos, ascensores y hasta los semáforos.
Algunos de los
expertos fueron aún más profundo y aseguraron que los estragos
llegarían hasta corroer las tuberías de agua y alcantarillado.
"El clima
espacial tiene el potencial de afectar y alterar la salud y la
seguridad a través de continentes enteros simultáneamente",
expresaron en el comunicado de cierre. ( Este
contenido ha sido publicado originalmente por Diario
EL COMERCIO )
Hace unos días
Obama dictó una orden ejecutiva, para que el país se prepare ante
un hipotético evento climático espacial extremo, como una
gran erupción solar, que podría poner en jaque,
tecnologías e infraestructuras importantes para la vida tal y como
la concebimos hoy día.
Pero realmente la
población sigue éstas noticias?
Si hoy día no
tenemos ni casi para comer en el día, cómo vamos a prepararnos para
algo como eso, o es que quien se van a preparar son ellos, los otros,
la casta.
Si fuese circo o los
capítulos de unas de esas series de risa para entretener al
populacho, deberían de cambiar de guionistas, pues sólo una ínfima
parte de la población, se da por enterada de éstas cosas y les
reímos la gracia irónicamente, cómo esos capítulos de los
Simpsons donde no se sabe cómo, predicen sucesos históricos futuros
que hoy día ya son pasado.
Debe ser cosa de la
causalidad… digo de la casualidad¡¡¡
Yo no se si
realmente va a suceder algo grande sobre nuestro planeta, ya sea
tormenta solar extrema o el lanzamiento de bombas de pulso
electromagnético ( PEM ) sobre el cielo de las principales capitales
del mundo y así hacer caer las redes eléctricas, sistemas de
telefonía, bancos, vehículos, siendo así la escusa perfecta para
un reseteo del sistema a todos los niveles. Miedito me da.
Lo que si es verdad
es que pasó el efecto dos mil, las profecías mayas del dos mil
doce, meteoros que pululan por nuestra vecindad cósmica que cada vez
se acercan más y aquí seguimos, pasando de todo y preocupándonos
por encontrar un trabajo digno? Jajaja perdonad pero me dio la risa.
De seguro que algún
día diremos, cachis nos avisaron y no les creímos y ellos se reirán
diciendo aquello de que quien avisa no es traidor.
¿Pero cuántos
avisos infructuosos más deberemos de tragarnos para prepararnos en
serio contra ése lobo que dicen que viene?
En fin, no olvidemos
que ya sea por tormentas solares extremas, enormes terremotos, crisis
económica prefabricada, cantidades preocupantes de animales
muertos...etc, todas éstas cosas son futuras pero que en las
profecías ya son pasado.
Deberíamos seguir
ignorándolas?
“ He aquí que el
nombre del SEÑOR viene de lejos: su rostro ENCENDIDO, y grave de
sufrir; sus labios llenos de ira, y SU LENGUA COMO FUEGO CONSUMIDOR;
“ Isaías 30:27
A continuación
recupero unas palabras ¿proféticas quizás? que escribí cuando
llegué a casa un día de lluvia, en un flash, en un abrir y cerrar
de ojos:
¡OCASO MOÑI!
Ay que vé¡¡
Hace tan sólo unos años atrás, qué diferente era todo. Había
trabajo, amig@s, dinero y hasta oro. Llegó la crisis prefabricada
ésta, diseñada para arruinar al populacho, y se fué todo poco a
poco a la porra.
Ya no hay trabajo,
ni amig@s ( escasos ), ni dinero, ni oro ni ná. Es curioso como en
los momentos difíciles, es cuando uno se percata de la vida tan
porca mísera que nos ha tocado vivir.
Entonces nos damos
cuenta que en realidad no tenemos ná de ná, sólo las pocas fuerzas
para agradecer a Dios por un día más ¿para sufrir? en éste
lastimero planeta.
Caminamos por la
calle cuál zombis transeúntes solitarios con la cabeza agachá,
móvil en mano, a ver que publicó éste y qué publicó aquél,
ignorando el desparrame silencioso de nuestras vísceras por los
senderos de soledad de moñigas city y entre un vistazo y otro a las
redes ésas que dicen que son sociales, nos llega un sms avisando que
los megas están por finiquitar.
Entonces levanto la
mirada y un aire frío polar, me golpea el rostro... ¡lavirgen qué
frío¡¡
Seguidamente voy y
busco una zona wifi gratis, debo publicar mis pensamientos en voz
alta, y al llegar a la susodicha, no hay sitio para sentarse... está
colapsá.
Ay sabio Fangorn¡,
el mundo está cambiando, lo siento en el agua, lo siento en la
tierra, lo huelo en el aire.
Mucho de lo que era,
se perderá... y no quedará nada para recordar.
Lidian Palacios