Bueno, pues hoy nos
toca limpieza de armamento, mañana vamos a prácticas de tiro al
campo y las armas tienen que brillar como los chorros del oro.
Al estar yo
destinado a los vehículos pesados, me han dado un cetme con más
jolgura que la dentadura de una vieja, y a los demás como a la Petra
que está destinado en artillería antiaérea, también.
Lo digo como
anécdota pues yo sólo sé conducir camiones pesados y la Petra
pilota un antiaéreo, si lo viérais como maneja el
mando....jajajajajajajaja.
Lo curioso es que
cuando me dijo a dónde iba destinado le pregunté si sería capaz de
manejar los mandos de un monstruo como ése y me dijo que tampoco lo
sabía, pues los únicos mandos que ha cogido son los de la play.
Nosotros nunca hemos
usado esas armas...
QUE LOS DIOSES DEL
OLIMPO NOS COJAN CONFESADOS!!
Pues hoy es el día,
nos levantamos, vamos a desayunar y nos dan las armas con la
munición. A continuación nos montamos en los camiones y nos pusimos
en marcha hacia el campo de tiro.
A la Petra le dieron
unos retorcijones y saltó del camión para ir al baño. Me dijo que
mientras llegábamos a la puerta, a él le daría tiempo.
Mira que le dije que
las habichuelas son pal mediodía, que eso lo desayunan los giris
namás.
JAJAJAJA
Pasamos la barrera
de control, avanzamos por la carretera y él saltó por la muralla a
escondidas para incorporarse después de un salto hasta su sitio en
la parte de atrás donde íbamos sentados.
Me estuvo diciendo
que menos mal, pues hubiese pasado un mal rato y ya no esperaba que le
sucediese ningún contratiempo más en su contra.
Entonces me fijé de
que no llevaba el cetme:
- Petra, y tu cetme?
Se levantó de un
salto que hasta hizo tambalear el camión. Entonces con la cara
descompuesta, sudando como un pollo y tiritando, me dijo:
- Lavirgen, me la he
dejado en la taquilla!
- Virtu, ahora qué
jago? Cuando se entere el Capi me va a poner de cuatro patas mirando
pa gelves!
Yo le dije:
- Pera, deja qué
piense!
- Mira, cuando
lleguemos al primer semáforo en la ciudad, cerca hay una tienda de
todo a 100, te bajas y compras una escopeta de juguete.
- Ya en el campo de
tiro, nos ponemos juntos y cuando te toque a ti, te dejo mi cetme.
Verás como da el cante.
La Petra me miró
con ojos de cordero degollado pensando en mi plan...
Yo le dije que no se
preocupara, que confiara en mi y todo saldría bien. Y así hizo...
¡¡ TIERRA,
TRÁGAMEEEE !!
Llegamos al campo de
tiro, nos bajamos del camión y formamos para pasar lista.
La Petra
se escondió la escopeta de juguete detrás del cuerpo a ver si había
suerte de que el Capi no se diera cuenta y cuando pasó a su altura y
le vió su arma...
… gritó:
!
PETRAAAAAAAAAAAAAAAAA !
Continuará...
A. David Palacios
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