martes, 12 de agosto de 2014

DIARIO DE MI PUTTA MILI – 13ª PARTE

Hoy vamos a tener un dia un poco movidillo. Sobre todo los que conducimos vehículos militares pues vamos a hacer unos ejercicios de coordinación para cuando hagamos las maniobras que nos llevarán a Mazagón, al campo de tiro que tiene allí instalado el ejército.

Todavía no nos han asignado los vehículos que llevaremos cada uno para tal fín, porque ésa decisión va vinculada a la nota que sacamos en los exámenes de mecánica que hicimos durante el tiempo que estuvimos estudiando en la autoescuela militar.

 
En mi batería se peleaban mis compañeros por coger el Pegaso nuevo que había en el parque móvil. Yo en cambio para evitar enfrentamientos innecesarios y absurdos, voluntariamente cogí uno de los dos viejos que también teníamos disponibles aún.

 
Bajamos a Ceuta y recorrimos la ciudad en carabana hasta llegar a una gran explanada donde los mandos nos iban dirigiendo para estudiar las posibles combinaciones que podríamos usar una vez llegados al campamento de tiro en Huelva.

Estuvimos casi toda la mañana y en la tiempo del descanso, nos informaron que cuando subiéramos al cuartel, ya estarían puestas en los tablones informativos de nuestra batería, las listas con la asignación motora que cada uno llevaríamos en las maniobras.

 
Cada uno hacía su apuesta y especulábamos si nos tocaría éste o aquel. Hubo un momento de tensión, pues al haber sólo tres camiones operativos, casi todos querían llevarlos y en especial el pegaso nuevo que llevaba uno de nuestros sargentos y que llevaba detrás una de las piezas antiaéreas de nuestra división.

A mí me daba igual que me dieran uno de los camiones grandes como una bicicleta, me era indiferente.


Recojimos y nos subimos para el cuartel y al llegar y soltar los vehículos en los aparcamientos, todos se fueron a las oficinas a mirar las listas de asignación.
Yo al estar encargado del mantenimiento de mi flota, me quedé a rellenar algunos papeles y a comprobar los niveles de los camiones que habíamos usado.

Pero casi al instante, por la puerta de las cocheras, veo una turba agolpaba y en candente tensión como si fuesen toros bravos, tos coloraos y sudando como pollos, que me vocifearon al unísono:

 
- !Tú Virtu, a qué mando le has c...omido la p...olla que te han asignado el pegaso nuevooooooo !
Solté las herramientas y salí corriendo, mi vida peligraba pues eran mutitud... Hay que ver lo que se sufre por sacar sobresaliente en los exámenes de mecánica...

- ! QUE YO NO HE ECHO NAAAAAAAAAÁ !

 

 
Continuará...



A. David Palacios

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