En el año 1961 se
procedió a la recuperación de una nave accidentada en
Phoenix, Arizona.
La nave era
tripulada por tres humanoides. Dos de ellos estaban muertos, pero al
otro lo encontraron vivo dentro del aparato. Su tipo humanoide era no
caucásico sino mesoamericano o de apariencia mediterránea, con una
nariz, ligeramente de mayor volúmen que nuestro promedio. Y de una
musculatura también ligeramente más recia que la nuestra.
Encontraron también
que, aunque el panel de instrumentos de la nave estaba configurado
para ubicarse en los sistemas estelares de Tau Ceti y Epsilon
Eridani, en realidad su origen era Tau Ceti.
Tau Ceti es una
estrella en la constelación Cetus similar al sol en masa. A poco
menos de 12 años luz de distancia del sistema solar, es una estrella
relativamente cercana. Forma parte de la constelación de la Ballena
o Cetus y no sólo está cerca de nuestro Sol (a 12 años luz) sino
que además se le parece mucho por su masa e influencia.
En el pasado, muchas
miradas se volvieron en vano hacia ella para buscar una hipotética
forma de vida extraterrestre y por ello se inició el primer programa
científico de búsqueda de vida inteligente (SETI), el Proyecto
Ozma.
Lo relevante de este
relato es la descripción que se hizo de aquel extraño piloto, que
nos muestra al extraterrestre de Tau Ceti humanoide en todo, con
excepción de dos detalles. Una nariz de romano, y orejas ligeramente
en punta, que causalidades aparte, debieron haber inspirado la
célebre apariencia del Dr. Spock en la nueva saga de Star Trek.
Ése detalle de “
orejas ligeramente en punta “ me hizo recordar una historia que oí
de pequeño de un acontecimiento sorprendente que ocurrió en Roma,
con el papa Juan XXIII como protagonista y “ alguien “ más.
Fué una noche de
julio de 1961 cuando Juan XXIII, también llamado Papa Bueno, se
encontraba paseando junto a su secretario personal, en los jardines
de la locación veraniega de Castel Gandolfo.
Cuenta el
acompañante, que luego de unos minutos de paseo, ambos observaron en
el cielo una extraña nave de forma oval, muy luminosa, de color azul
y ámbar. Al parecer, la nave sobrevoló por unos momentos sobre las
cabezas de los paseantes para luego aterrizar justamente en el jardín
de la referida casa.
Según el
secretario, en ese momento, un ser con forma humana aunque rodeado de
un aura dorada y de “ orejas ligeramente en punta “, salió de la
nave. Tanto Su Santidad como el secretario se arrodillaron y ambos,
aún sin saber exactamente qué estaban viendo, comenzaron a rezar
creyendo a lo mucho, que se trataba de un hecho celestial.
Luego de unos
minutos, el Santo Padre decidió acercarse a la criatura y, según
narra el secretario, logrando entablar una conversación con él por
un tiempo aproximado de 20 minutos.
Una vez terminada la
reunión el Santo Padre volvió adonde se encontraba su secretario
dándole el mensaje siguiente:
“Los hijos de Dios
están en todas partes; aunque algunas veces tenemos dificultades en
reconocer a nuestros propios hermanos”
Dicho esto no se
volvió a hablar más del tema, y por supuesto, el Papa nunca reveló,
aparentemente ni siquiera a sus más fieles colaboradores, lo que
habría conversado con ese ser.
Esta no sería la
primera vez que algún miembro del Vaticano se pronuncia a favor de
la creencia de vida inteligente en otros planetas. Recientemente
diversas autoridades de Roma se han pronunciado al respecto
comentando las altas posibilidades de que estos seres verdaderamente
existan, hecho que ha causado polémica incluso dentro del propio
Vaticano.
Uno de los casos más
recientes fue las del director del Centro de Observación Astronómica
del Vaticano, José Gabriel Funes, quien en declaraciones dadas al
L’Observatore Romano (diario oficial de la Santa Sede) aseguró no
sólo que sí existía vida extraterrestre inteligente sino que ésta
también sería obra de Dios.
Yo creo que hay
mucha historia extraterrestre en éste asunto, que el tema en
cuestión es mucho más mundano. En mi creencia de que nuestro
planeta no puede ser visitado por seres de otros mundos, quizás ése
visitante sea de éste mundo y un viejo conocido de ésta nuestra
humanidad y que aquella visita se tratara de una petición al Santo
Padre para que liberaran a sus compañeros “ caídos “.
! Y no es maravilla,
porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz !
( 2 Corintios 11:14
)
A. David Palacios