jueves, 8 de mayo de 2014

Al Son De Las Trompetas


“ Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella;
...con las bestias del campo,


 
y las aves del cielo,


 
y aun los peces del mar morirán. “ (Oseas 4:3 )


El estudio de las profecías bíblicas es un tema cargado de controversia se mire por donde se mire. Los heruditos dicen que no hay que tratarlas con literalidad, sino como un catálogo cargado de simbología que debemos de descifrar.

En parte llevan razón, pero en éste texto que nos concierne aquí ( Oseas 4:3 ), la literalidad se desborda en todas las palabras que componen sus versos.

Es sabido por los que estamos atentos a ciertas informaciones, que algo está sucediendo a nivel planetario que no sabemos que es o no nos quieren contar.


Hace unos años apareció la peste porcina clásica (PPC). Es una de las principales enfermedades que afectan a la especie porcina de los distintos continentes.

Está producida por un virus del genero Pestivirus que puede infectar los animales por diferentes vías de contagio.
La gripe aviar, también conocida como influenza aviar, gripe del pollo o gripe de los pájaros, es una enfermedad infecciosa vírica y que afecta a las aves, aunque tiene suficiente potencial como para infectar a distintas especies de mamíferos, incluidos el ser humano, el cerdo y el gato doméstico.

Fue identificada por primera vez en Italia a principios del siglo XX y hasta la fecha se ha manifestado en diversas partes del mundo y actualmente siguen apareciendo nuevos brotes.

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También hizo acto de presencia la llamada “ mal de las vacas locas “. Se dijo por ciertas investigaciones que se produjo porque a los animales les daban de comer pienso fabricado con carne animal. No se sabe si fue un acto intencionado o una epidemia. Igual se equivocaron de almacén al comprarlo ( ironía ).

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Pero lo más sospechoso aún es la cantidad de miles de aves y peces que mueren cada año a nivel mundial y casi en el mismo período temporal. Hay reportes por muchos medios de que ésto es así.

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Éste tipo de profecía se dieron para el final de los tiempos. Y por las pruebas documentadas es innegable admitir que es nuestro tiempo. Sin ánimo de ser alarmista ni mucho menos, deberíamos de preocuparnos y pensar en las señales que están sucediendo a nuestro alrededor y que los Mass Media sólo nos informan de puntillas.

El planeta está cambiando al son de las trompetas del Apocalipsis e igual éstas especies que están desapareciendo no tengan cabida en un nuevo mundo, ése nuevo mundo que profetizara Juan en el libro de las Revelaciones:
 
“ Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. “ Apocalipsis 21:1





Lidian Palacios

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